Miércoles, 19 Marzo 2025
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Alberto Fernández se reunió desde las 16.30 (hora local) con Andrew Forrest, presidente de Fortescue Future Industries (FFI), para cerrar una inversión en hidrógeno verde por 8.400 millones de dólares que creará más de 15 mil empleos directos y entre 40 y 50 mil indirectos.

Los primeros trabajos de prospección se iniciaron en Río Negro, provincia que la empresa australiana espera convertir en un polo mundial exportador de hidrógeno verde en 2030, con una capacidad de producción de 2.2 millones de toneladas anuales, lo que cubriría una producción energética equivalente a, por ejemplo, casi un 10% de la energía eléctrica consumida por Alemania en un año.

Las negociaciones las inició el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Junto a Forrest llegó el conocido ex rugbier Agustín Pichot, que representa a FFI en América Latina. De la reunión también participaron Santiago Cafiero (Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto), la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca, y el asesor del Ministerio de Desarrollo Productivo, Marcelo Kloster. Del lado de la empresa estuvieron Julie Shuttleworth (CEO), Todd Clewett (Senior Manager Global) y Sebastián Delgui (Gerente Regional de Gobierno y Comunidades para Región Latinoamérica).

El proyecto se desarrollará en los alrededores de la ciudad de Sierra Grande, la cual cuenta con antecedentes en la producción de mineral de hierro. Allí ya estuvo instalada la empresa Hipasam SA, que llegó a explotar la mina de hierro más grande de Sudamérica hasta 1992, cuando un decreto presidencial determinó su cierre.

La prospección que comenzó la empresa se basa en analizar cantidad y calidad de vientos, fuente energética principal para la producción, y se inició a partir de un acuerdo firmado junto al Ministerio de Desarrollo Productivo y la Nación y el gobierno de Río Negro.

Una vez determinado que el recurso eólico y otros son satisfactorios, se dará inicio a las consultas públicas y trámites para la construcción del proyecto, el cual tendrá tres etapas. La etapa piloto, para confirmar las capacidades previstas, con una inversión estimada en 1.200 millones de dólares, que producirá unas 35 mil toneladas de hidrógeno verde, energía equivalente para satisfacer a 250 mil hogares, la cual se iniciará en 2022 y finalizará en 2024.

La primera etapa productiva, con una inversión estimada en 7.200 millones de dólares, producirá unas 215 mil toneladas de hidrógeno verde, capacidad energética equivalente para cubrir el consumo eléctrico de 1 millón 600 mil hogares, y se extenderá hasta el año 2028.

“La Argentina tiene una gran oportunidad por delante y necesita empresas así, que inviertan y generen trabajo. El hidrógeno verde es uno de los combustibles del futuro y nos llena de orgullo que sea la Argentina uno de los países que esté a la vanguardia de la transición ecológica”, dijo Alberto Fernández sobre el acuerdo.

Además, celebró “la responsabilidad social de la empresa para construir con los mejores valores de las comunidades”, consideró que “el mundo no resiste más maltrato”, y destacó que Pichot forme parte de la empresa y de tan importante anuncio.

Andrew Forrest, por su parte, aseguró: “Estamos listos para invertir en la Argentina, somos una empresa de energía de punta que contrata gente y capacitamos gente, y eso queremos hacer en su país. Estamos acá para que la Argentina sea líder mundial en energía renovable y para que sea exportadora”.

Además, expresó que su empresa “es un ejemplo por su comportamiento y sus valores sociales y ambientales” y detalló: “La presencia femenina es masiva y es un valor muy importante el respeto por las comunidades en las que desarrollamos nuestra actividad”.

Agustín Pichot habló luego en conferencia de prensa acompañado de Santiago Cafiero, Matías kKulfas y Cecilia Todesca: “La idea era crear algo en el país que sea revolucionario. Un amigo australiano me pidió que tomara esta revolución en Latinoamérica y lo hice con el corazón pensando en Argentina, que tiene viento, sol y energías renovables. Habiendo trabajado un año podemos decir que Argentina está entre los cinco proyectos más importantes de la compañía. Habiendo visto 150 proyectos, viajamos a más de 70 países y Argentina está entre los cinco más importantes, que se llama Pampas”.

En sintonía con esto, Kulfas afirmó: “Es por los números y por lo transformador es la inversión internacional más importante que se está anunciando en la Argentina en el siglo 21. Lo tomamos con mucha responsabilidad y con mucho orgullo. Se trata de una inversión que está fundando una nueva industria, la del hidrógeno verde. Está creciendo a nivel internacional. Es una fuente de energía, se utiliza en la movilidad”.

Y agregó: “Es una realidad que va a ir creciendo en el tiempo y pone a la Argentina a la vanguardia. Vamos a construir el combustible del futuro que ya empezó a transitar. Nos va a poner en un lugar muy importante en creación de puestos de trabajo, todo es escalable, la demanda va a ir creciendo y es un desafío para las industrias argentinas que van a trabajar con esta inversión”.

Forrest es un empresario muy conocido en Australia, que apoya las recomendaciones del Acuerdo de París para frenar las consecuencias sociales y económicas del Cambio Climático. FFI, su nave insignia, está asumiendo una posición de liderazgo a nivel global basado en la industria de la energía y los productos ecológicos.

Esta empresa australiana intenta consolidar proyectos en el mundo, y Argentina está entre sus prioridades. Kulfas entendió rápido las lógica comercial de Forrest y avanzó en una secreta negociación bajo las instrucciones de Alberto Fernández. En noviembre de 2020, el presidente ya había mantenido una videoconferencia con Forrest, y a partir de allí todo se aceleró.

No fue casualidad que Alberto Fernández y Forrest decidieron encontrarse en Glasgow, durante la cumbre de Cambio Climático. Ambos apoyan el Acuerdo de París, tras un período de oscuridad con Donald Trump en la Casa Blanca. El Gobierno presta atención en las energías renovables -con Gustavo Beliz como principal referente- y la decisión empresarial de Forrest encaja en esta lógica política.

Alberto Fernández llegó a Glasgow con un discurso político que se apoya en la mirada que tiene Francisco, Angela Merkel y Emmanuel Macron respecto a las consecuencias del Cambio Climático. Y sobre esta mirada ideológica, el jefe de Estado plantea que no es posible utilizar las recomendaciones del Acuerdo de París para fijar supuestas barreras ecológicas que, en realidad, operarían como límites geopolíticos al ingreso de originados en América Latina.

Forrest delegó la negociación a Pichot, a quien respeta por su trayectoria en el rugby. El ex capitán de los Pumas se entendió rápido con Kulfas, y todo fluyó en una época atravesada por el COVID-19, la interna política en la coalición oficial y las últimas medidas del gobierno que poco alientan a las inversiones directas para la Argentina.

Fuente: infobae.com

En Facebook Connect, el evento anual de la compañía, Mark Zuckerberg reveló, después de una presentación de 90 minutos, el nuevo nombre de la compañía que fundó en 2004 y que facturó 29.000 millones de dólares en el último trimestre: Meta. Meta será el nombre bajo el que la compañía reunirá sus diversos productos: las redes sociales (Facebook e Instagram), el mensajero instantáneo (WhatsApp), la plataforma de realidad virtual (Oculus) y mucho más.
 
Algo similar hizo Google en 2015 cuando creó una empresa madre (Alphabet) para gestionar lo diferentes productos que habían ido surgiendo a lo largo de su historia.
 
Meta es la concreción de la apuesta de la compañía por el metaverso, este concepto de moda que puede resumirse en una película: Ready Player One. Los que hayan probado alguna vez con la plataforma virtual Second Life (que tuvo su momento de gloria a fin de la década pasada) entenderán la idea. El metaverso, tal como lo sueña Zuckerberg, es un mundo virtual en el que, usando anteojos de realidad virtual y otros elementos de interacción todavía en desarrollo, podremos entrar para sentir que estamos inmersos en él, e interactuar con sus elementos digitales con nuestro cuerpo; se usa con una vista de primera persona y el uso de anteojos (u otros dispositivos) permiten crear un entorno digital que nos rodea en todo momento y que se comporta -si así lo queremos- como el mundo real.
 
EL PEOR MOMENTO DE FACEBOOK
 
El anuncio llega en el momento más oscuro de Facebook (el servicio que usan 2900 millones de personas y el más importante de Meta). Mientras que Instagram y WhatsApp siguen creciendo y gozan de buena imagen, y mientras la compañía ve que los esfuerzos por subirse al tren TikTok (con funciones semejantes) no terminan de dar frutos, Facebook está, como nunca, bajo el escrutinio de la prensa y los gobiernos: al escándalo de Cambridge Analytica y la injerencia de Facebook en las elecciones de Estados Unidos; a la percepción de la influencia polarizante que la red social tiene en general en la sociedad se suman, ahora, las declaraciones de la exempleada de Facebook, Frances Haugen, y la filtración de múltiples documentos que sugieren que la compañía es consciente de la influencia negativa que pueden tener sus productos (Meta dice que esos documentos están sacados fuera de contexto).
 
Así, el anuncio de hoy funciona como una suerte de escape hacia adelante. Facebook es un producto complicado, que parece haber alcanzado su techo y que no tiene buena aceptación entre las generaciones más jóvenes; separar su nombre del de la empresa es lógico: permite reorganizar prioridades y cuidar los productos que tienen buena prensa y mejor funcionamiento. No es una estrategia nueva ni inventada en el momento: la compañía viene apostando por la realidad virtual y los entornos digitales hace años, y lleva invirtiendo muchísimo dinero en el área. Pero este anuncio le permite cambiar el tema de conversación alrededor suyo.
 
QUÉ ES EL METAVERSO
 
Tal como lo describió Zuckerberg en la presentación, el metaverso es el futuro de internet y la tecnología en general: un paso superador de la internet móvil. La idea, dice Zuckerberg, es dejar de conectarnos con otra gente mirándolos a través de una pequeña ventana que tenemos en la palma de la mano, para pasar a estar inmersos, junto con ellos, en un entorno virtual donde podamos verlos de cuerpo entero, con la representación física que ellos definan, y sin las limitaciones de espacio del mundo real.
 
Mark Zuckerberg presentó el nuevo nombre que tendrá Facebook: desde ahora se llama Meta
 
Facebook ya había adelantado que su intención, para pensar el futuro de la compañía, era esa: ir por la realidad virtual. Un primer paso es, obviamente, la compra de Oculus VR en 2014 por 2000 millones de dólares, con la apuesta por desarrollar un dispositivo (los anteojos de realidad virtual) que permitan entrar a un mundo virtual de una forma que se siente mucho más natural; con un casco de realidad virtual sentimos que estamos en el centro de un mundo simulado, podemos interactuar con sus objetos, movernos en él, que cambie la perspectiva en forma milimétrica según movemos nuestra cabeza, etcétera. Un segundo paso es la realidad aumentada, con el que la compañía viene trabajando, y que requiere un desarrollo tecnológico mayor (implica superponer información digital sobre el mundo real, por lo general usando anteojos). En agosto de este año presentó Horizon Workrooms, su primera apuesta seria por el metaverso como entorno laboral, más allá de los videojuegos.
 
Por supuesto, y tal como marcó Zuckerberg en todo momento, para el metaverso “funcional” (es decir, algo que sea más que un simple divertimento limitado a una suerte de antiparras con pantallas y un control remoto, como es ahora) faltan muchísimos años. Pero la compañía considera que ese es el futuro, y no se lo quiere perder. Meta no está sola en esta lectura: son varios los gigantes tecnológicos que están pensando, hace años, un mundo digital con una complejidad similar al real, pero sin sus limitaciones físicas.
 
Si la visión de Meta se hace realidad, el metaverso (o los múltiples metaversos que se creen) permitirán interactuar con colegas en el trabajo en un entorno digital (cualquiera sea), en el que cada persona elige cómo se presentará frente a los demás; o jugar con amigos sin importar dónde estén estos, con juegos de realidad virtual o aumentada, en los que la interacción que se sienta en todo el cuerpo. O asistir a un show como si estuviéramos ahí (al estilo de los de Fortnite, pero con un entorno inmersivo). Y todo, claro, con microtransacciones gestionadas por la empresa: comprar la ropa para vestirnos en nuestro mundo virtual, los objetos para decorar nuestra casa virtual, etcétera.
 
El éxito del metaverso debe superar numerosos escollos. Uno es de índole técnica: lograr que el equipamiento sea menos intrusivo, que se pueda sentir en todo el cuerpo y no estar limitado a los ojos y las manos. El otro es social: la idea del metaverso es la vinculación con los demás, pero siempre asumiendo la intermediación (nos vemos en otro lado, virtual) antes que el contacto físico real en un mismo espacio. En principio suena chocante, sobre todo después de un año de pandemia, pero otras ideas (como llevar un teléfono en el bolsillo) alguna vez también nos resultaron ajenas. Como sea, todavía faltan muchísimos años de desarrollo, algo que en tecnología suele implicar llegar a un destino que no era el avizorado al inicio del camino.
 
 

Fuente: La Nación

Como es costumbre, WhatsApp se actualiza constantemente y deja de ser compatible con los dispositivos que ya podrían considerarse más antiguos. En esta ocasión, con la llegada de la nueva actualización en noviembre, ya se conoce cuáles son los celulares que ya no podrán ofrecer acceso a la famosa app de mensajería.
 
En su página oficial, WhatsApp reveló que a partir de la próxima actualización será necesario que los dispositivos compatibles trabajen al menos con sistema operativo Android versión 4.1 o más reciente y puedan recibir mensajes de texto o llamadas durante el proceso de verificación.
 
Esto significa que la plataforma de Facebook, WhatsApp, ya no admitirá teléfonos Android con versión 4.0.4 y actualizaciones anteriores.
 
Entre la lista de dispositivos que ya no podrán usar la app se pueden encontrar los siguientes celulares:
 
- LG Lucid2
 
- LG Optimus F7
 
- LG Enact
 
- Samsung Galaxy Trend Lite
 
- Samsung Galaxy S3 mini
 
- ZTE Grand S Flex
 
- HTC Desire 500
 
- Lenovo A820
 
- Motorola Droid Razr
 
- Sony Xperia M
 
En el caso de los celulares que manejan el sistema operativo iOS será necesario que los dispositivos trabajen mínimo con la versión 10 del mismo por lo tanto, serán los iPhone 4S los que no podrán alcanzar la actualización y tendrán que decirle adiós a la app.
 
La nueva actualización y el abandono de soporte a los dispositivos no compatible se harán efectivos a partir del próximo 1 de noviembre de 2021.

 
Fuente: Infobae

Desde los primeros días de la pandemia de COVID-19, los científicos han buscado desentrañar los secretos de los mecanismos que permiten al coronavirus ingrese e infecte las células humanas sanas. Un equipo de investigadores de universidades de Estados Unidos descubrió el mecanismo por el cual unas moléculas que forman un residuo azucarado alrededor de los bordes de la proteína Espiga del coronavirus- actúan como puertas de entrada a la infección.
 
La proteína “Espiga” o “espícula” (“Spike” en inglés) del coronavirus ya entró en el vocabulario popular tras más de un año y medio de pandemia. El año pasado, a principios de la pandemia, Rommie Amaro, la investigadora en química biofísica computacional de la Universidad de California en San Diego, fue clave para aportar una visualización detallada de la proteína Espiga del coronavirus SARS-CoV-2 que se adhiere eficazmente a los receptores de las células humanas.
 
Ahora, Amaro y sus colegas de investigación de la Universidad de California en San Diego, la Universidad de Pittsburgh, la Universidad de Texas en Austin, la Universidad de Columbia y la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, de los Estados Unidos han revelado cómo los glicanos, que son las moléculas situadas alrededor de los bordes de la proteína Espiga- actúan como puertas de entrada a la infección.
 
La investigación fue publicada el 19 de agosto en la revista Nature Chemistry. La doctora Amaro es coautora del trabajo junto con Lillian Chong de la Universidad de Pittsburgh. La primera autora es una estudiante de posgrado de la Universidad de California en San Diego, Terra Sztain. También participó la becaria posdoctoral Surl-Hee Ahn.
 
“Esencialmente, hemos descubierto cómo se abre realmente la Espiga y se infecta”, dijo Amaro. “Hemos revelado un importante secreto de la proteína espiga en su forma de infectar las células. Sin esta puerta, el virus queda básicamente incapacitado para la infección”.
 
La investigadora sostuvo que el descubrimiento de la puerta por parte del equipo de investigación abre posibles vías de nuevas terapias para contrarrestar la infección por el coronavirus. Si las puertas de las moléculas glicanos pudieran bloquearse farmacológicamente en la posición cerrada, se impediría efectivamente que el virus se abriera para entrar e infectarse.
 
El recubrimiento de glicanos de la proteína Espiga ayuda a engañar al sistema inmune humano, ya que se presenta como nada más que un residuo azucarado. Las tecnologías anteriores que obtenían imágenes de estas estructuras mostraban los glicanos en posiciones estáticas abiertas o cerradas, lo que inicialmente no despertó mucho interés entre los científicos.
 
Pero las simulaciones de supercomputación permitieron a los investigadores estadounidenses desarrollar películas dinámicas que revelaban las puertas de los glicanos activándose de una posición a otra. De esta manera, se aportó una pieza sin precedentes de la historia de la infección.
 
“Pudimos ver realmente la apertura y el cierre”, dijo Amaro. “Esa es una de las cosas más interesantes que ofrecen estas simulaciones: la posibilidad de ver películas muy detalladas. Cuando las ves, te das cuenta de que estás viendo algo que de otro modo habríamos ignorado. Si miras sólo la estructura cerrada, y luego miras la estructura abierta, no parece nada especial. Sólo porque capturamos la película de todo el proceso se ve realmente cómo funciona”, agregó.
 
“Las técnicas estándar habrían necesitado años para simular este proceso de apertura, pero con las herramientas de simulación avanzada de mi laboratorio, el “conjunto ponderado”, pudimos capturar el proceso en sólo 45 días”, dijo la doctora Chong.
 
Las simulaciones de alta intensidad computacional se ejecutaron primero en Comet, en el Centro de Supercomputación de San Diego, en la UC San Diego, y después en Longhorn, en el Centro de Computación Avanzada de Texas, en la UT Austin. Esta potencia de cálculo proporcionó a los investigadores vistas a nivel atómico del dominio de unión al receptor de la proteína de Espiga, o RBD, desde más de 300 perspectivas.
 
Las investigaciones revelaron que el glicano “N343” es el eje que hace que el receptor RBD de la proteína Espiga pase desde la posición “abajo” a la de “arriba” para permitir el acceso al receptor ACE2 de la célula huésped. Los investigadores describen la activación del glicano N343 como un mecanismo similar a una “palanca molecular”.
 
Además, Jason McLellan, profesor asociado de biociencias moleculares en la UT Austin, y su equipo crearon variantes de la proteína de la Espiga y probaron para ver cómo la falta de la puerta del glicano afectaba a la capacidad de apertura del receptor RBD. “Demostramos que sin esta puerta, el recepto RBD de la proteína Espiga no puede adoptar la conformación que necesita para infectar las células”, aclaró McLellan.
 
En el trabajo publicado en Nature Chemistry, los autores estudian mediante simulaciones el proceso por el cual que la proteína Espiga expone la porción de su estructura que interacciona con el receptor presente en las células del huésped, comentó a Infobae Karina Mariño, investigadora del Instituto de Biología y Medicina Experimental del Conicet. “Los autores encuentran que un glicano, llamado N343, es clave para activar ese proceso, y por lo tanto, esencial para la interacción con el receptor y entrada del virus. Los resultados presentados nos ayudan a comprender mejor el proceso de entrada a la célula del coronavirus, y en particular, la importancia de la glicosilación de la proteína Espiga. Este conocimiento, si bien aún en el área de investigación básica, es clave para seguir buscando maneras de impedir la invasión viral”.
 
Consultado por Infobae, Mariano Pérez Filgueira, investigador en virología del Conicet, y miembro de la Sociedad Argentina de Virología, comentó el hallazgo en los Estados Unidos. “La investigación publicada en Nature Chemistry aportó un blanco potencial para una potencial terapia: se podría interferir de alguna forma con el proceso de entrada del coronavirus en las células humanas”.
 
Para el investigador argentino, el descubrimiento podría ser aplicado al desarrollo de tratamientos con fármacos antivirales. “Los antivirales pueden actuar en diferentes etapas del mecanismo de entrada, replicacion y salida del virus. Con el nuevo conocimiento, se podría apuntar al desarrollo de un antiviral que interfiera en el paso del contacto de la proteína Spiga con el receptor celular”, afirmó Pérez Filgueira.
 
En junio pasado, el gobierno de los Estados Unidos había anunciado la inversión de 3.200 millones de dólares en el desarrollo de píldoras antivirales contra la enfermedad COVID-19.
 
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y uno de los principales promotores del programa, dijo en junio que esperaba que los pacientes con coronavirus puedan ir a buscar sus pastillas antivirales a una farmacia apenas sepan que son positivos en el PCR o cuando comiencen a desarrollar síntomas compatibles con COVID-19.
 
“Me despierto por la mañana, no me encuentro muy bien, se me va el sentido del olfato y del gusto, me duele la garganta. Llamo a mi médico y le digo: ‘Tengo COVID y necesito una receta’”, detalló el doctor Fauci sobre cómo podría ser el uso de antivirales efectivos en el futuro contra el COVID-19.
 
Fuente: infobae.com