Miércoles, 19 Marzo 2025
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La sonda espacial Osiris-REx, lanzada en septiembre de 2016, realizará mañana el descenso a la superficie del asteroide Bennu con el objetivo de tomar muestras que podrían entrega datos a la ciencia para comprender la conformación del sistema solar y de la galaxia.
 
La misión implica no sólo un viaje de millones de kilómetros de distancia, un período de más de dos años de orbitación en derredor del asteroide y el descenso para la recolección de material, sino también el regreso de la nave al planeta la Tierra planificado para 2023.
 
El período en el que la sonda orbitó fue aprovechado por los científicos de la NASA para descartar las impresiones iniciales sobre la apariencia de ese objeto astronómico: se creía que estaba cubierto de arena y con ese objetivo se crearon los dispositivos de recolección, pero ahora se sabe que es un terreno escarpado y lleno de piedras.
 
"Pensamos que iba a tener mucho más material de grano fino, pero hay muchas rocas grandes en la superficie. Y eso hace que sea difícil introducir algunas rocas más pequeñas en el muestreador", dijo el ingeniero espacial Mark Fisher en declaraciones consignadas por la revista Wired.
 
Se espera que el descenso sea lento, tardando cerca de 4 horas y media para recorrer un kilómetro.
 
Por ello, el director del proyecto OSIRIS-REx, Richar Burns, dijo ser "cautelosamente optimista" sobre la operación.
 
Luego, la nave desplegará un brazo de poco más de 3 metros que, cuando entre en contacto con la superficie, expulsará una ráfaga de gas nitrógeno para remover partículas y capturar hasta 2 kilogramos de polvo y rocas, la mayor cantidad de material extraterrestre traído del espacio exterior desde la era de los viajes a la Luna.
 
Aunque el sistema podría trabarse con objetos más grandes de los esperados, hay una parte que trabajará como un "velcro" que garantiza que al menos 60 gramos del material de la superficie estará disponible para las investigaciones.
 
Por otra parte, la NASA publicó un decálogo de descubrimientos científicos que surgen de la exploración que realizó OSIRIS-REx desde la órbita de Bennu.
 
El primero es que su composición, que cuenta con una importante cantidad de carbono, convierte a este asteroide en un objeto muy oscuro, que refleja sólo el 4 por ciento de la luz que lo impacta (contra el 65% de Venus o el 30% de La Tierra).

 
Además, se calcula que es muy antiguo y se encuentra prácticamente inalterado: los científicos estiman que se formó en los primeros 10 millones de años de vida del Sistema Solar, hace más de 4.500 millones de años.
 
Por ello, Bennu es la oportunidad para que la ciencia entienda lo que sucedió en los primeros "segundos" de existencia y para comprender el rol que pueden haber tenido otros asteroides en la creación de vida en el planeta.
 
Del tamaño del Empire State, el cuerpo celeste proviene de la fusión que la gravedad imprimió a "escombros" espaciales surgidos del choque de dos cuerpos más grandes.
 
Los científicos creen, por otra parte, que, además del carbono, puede haber otros minerales que son finitos en el planeta La Tierra, como oro y platino.
 
Pero la investigación apuntará a determinar la existencia de algo con más valor en el espacio: el agua.
 
Desde la NASA explicaron que los dos átomos de hidrógeno unidos a un átomo de oxígeno que conforman el agua podrían usarse en el futuro para que los astronautas puedan hidratarse o separar esos componentes para obtener aire respirable y combustible para cohetes.
 
"El más allá cósmico estaría más cerca que nunca de ser accesible para los humanos", afirman desde la NASA en ese sentido.
 
Bennu describe una trayectoria que lo hace dirigirse hacia el Sol y existe una "pequeña oportunidad" de que colisione con la Tierra en el siglo próximo: podría suceder entre 2175 y 2199 y la probabilidad es de 1 en 2.700.


 
Fuente: Télam

Dos buques franceses, el Peter Faber y el Ile de Sein, empezaron a trabajar en la tarde de este sábado, en la costa de la localidad bonaerense de Las Toninas, en el despliegue de un nuevo cable de fibra óptica de conexión a la red mundial de cables submarinos.
 
Se trata del “Malbec”, uno de los dos aprobados por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) “para ampliar el ancho de banda internacional en los servicios de internet y atender la demanda actual y futura”, según informó la agencia estatal el 28 de julio pasado, cuando aprobó la instalación. A cargo quedaron Google Infraestructura Argentina Sociedad de Responsabilidad Limitada, para uno de los cables, bautizado “Proyecto TANNAT”, y Globenet Cabos Submarinos Sociedad de Responsabilidad Limitada, “Proyecto MALBEC”.
 
CONECTIVIDAD INTERNACIONAL
 
Más allá del sabor a tinto de los nombres, los nuevos cables de conexión "permitirán un crecimiento no solamente en términos tecnológicos, sino también desde el punto de vista económico ya que la mejora de conectividad internacional es fundamental por cualquier industria, sea cual fuera el sector en el que se desempeña, debido a la transversalidad que las telecomunicaciones y las tecnologías de la información detentan, había señalado entonces Enacom.
 
Las operaciones de los buques franceses fueron avistadas y difundidas por la red social Twitter por Daniel Coluccio, del Observatorio Marítimo Naval de “Armadores Langostineros Federales Argentinos” (ALFA), de la cual es gerente, amén de apasionado de la observación marítima.
 
En un breve hilo de 3 tuits, Coluccio explicó la actividad de los buques franceses, especializados en el despliegue de cables submarinos. El cablero Peter Faber, señaló, opera al este de Las Toninas, punto nodal de la red argentina, donde diferentes cables de fibra óptica se enlazan con las redes submarinas. Se trata de un buque, precisó, de 2.854 toneladas, de 78 metros de eslora, 14 de manga y una capacidad de 600 toneladas de cable submarino.
 
DERROTEROS
 
Coluccio trazó además el derrotero del Peter Faber, operando desde la milla 2 hasta la milla 11 desde la costa, desde donde seguía la operación otro buque francés, el Ile de Sein, encargado del despliegue ultramarino del cableado, desde Las Toninas hasta Praia Grande, en Brasil. Las Toninas fue en su momento elegido como el punto de conexión por las características del fondo marino de su costa.
 
Los buques cableros, explicó Coluccio en breve diálogo con Infobae, hacen una zanja de 1 metro de profundidad en el lecho submarino, donde van depositando el cable, que van luego cubriendo. Se evita así, por ejemplo, que pesqueros de arrastre u otro tipo de eventos marino dañen las conexiones. Los cables, de todos modos, tienen una fortísima protección y un diámetro de unos 15 centímetros. El 97% de las conexiones mundiales llegan por fibra óptica.
 
Según informó Colsecor, una cooperativa de Las Toninas, que se enorgullece de ser “el punto 0 de la Internet en la Argentina”, al país entran por mar tres cables: el Sam-1, con una capacidad de 1,92 terabits por segundo, que une a la localidad de la costa bonaerense con Boca Ratón (Florida, EEUU), el SAC, con una capacidad de 1,5 TBPs, que desembarca en Puerto Rico (Misiones) y el Atlantis-2, que llega desde Europa, pasando antes por África.
 


Fuente: Infobae

Un equipo de cuatro jóvenes argentinos de 17 y 18 años fue seleccionado como finalista en un concurso internacional organizado por la NASA. Su propuesta consiste en detectar y predecir incendios forestales, evaluando los impactos económicos reales o potenciales mediante el uso de tecnología.
 
El proyecto de Iván López, Alejo Zuviria, Diego Moros y Alejandro Biarrieta fue seleccionado en la competencia internacional NASA Space Apps Challenge, en el rubro “Mejor uso del hardware” en la categoría “Confront - Spot that fire V3.0” (detecta ese fuego). No fueron los únicos argentinos seleccionados. Victoria Lomanto, una estudiante de física de Rosario, fue también seleccionada gracias al desarrollo de una app web que permite catalogar las ondas gravitacionales.
 
La iniciativa nació en Puerta 18, un espacio gratuito para jóvenes de 13 a 24 años, donde se estimulan habilidades y vocaciones a través del uso de diversas herramientas tecnológicas. El proyecto “Zeroxygen - Track this fire” (rastrea ese fuego) propone un sistema de comunicación basado en redes de baja potencia y área amplia, integrando información libre de los satélites de NASA y sensores accesibles para generar avisos tempranos de incendios y seguimientos detallados del movimiento de fuego y humo.
 
CÓMO FUNCIONA
 
4 adolescentes elegidos por la NASA por proyecto para controlar incendios forestales, junto a sus dos mentores
 
En la Argentina, la gran mayoría de los incendios forestales que han arrasado con miles de hectáreas en provincias del centro y norte del país fueron iniciados por la acción humana, ya sea de modo intencional o por negligencia. En este sentido, y no solo por lo que sucede en el país, es clave la detección rápida, la mitigación y el análisis de evaluación del impacto comunitario.
 
“Nosotros hicimos un sistema integrado de prevención y detección de incendios que va desde unos sensores muy baratos que ideamos y prototipamos, que están hechos de Arduinos y redes LORA (una tecnología inalámbrica como WiFi o Bluetooth, por ejemplo) que son de muy bajo costo, y de muy alto alcance, que se podrían desplegar prácticamente en cualquier parte del mundo para detectar incendios y son prácticamente descartables", explica a Infobae Iván López, de 18 años, uno de los integrantes del proyecto.
 
Estos sensores tendrían un costo de aproximadamente USD 15 y se conectarían a un centro de control que daría respuestas a esos incendios. “Para poder ir a esos incendios, les daríamos un mapeado a los bomberos, un lugar de la zona adonde tienen que viajar y también les daríamos un brazalete, con el que podrían mandar alertas y también recibir datos, conectado a sus celulares. Pero no tendrían que ver ningún tipo de pantalla, ya que en medio de un incendio , con todos los gases y el calor, no pueden estar viendo nada”, explica el joven.
 
Así explicaron los adolescentes argentinos a la NASA su proyecto para controlar incendios forestales
 
La información brindada sería suministrada por los satélites que están orbitando de la NASA, además de los sensores, que permiten tener la información de todos los focos de incendios y ciertas variables climáticas que integraron en el sistema.
 
Los sensores puede ser desplegados de muchas formas, lanzados desde bajas alturas o puestos por alguna persona. “Básicamente los pondríamos en torno a los datos que ya tenemos y según los datos históricos de los satélites de la NASA, y con eso decidimos los puntos más óptimos donde colocarlos”, agrega el adolescente que actualmente cursa el CBC de la carrera ingeniería informática de la UBA y quiere trabajar en el futuro en temas aeroespaciales.
 
Entonces, en un supuesto caso de incendio, lo primero que se haría para actuar es detectarlo con los satélites de la NASA o con algún sensor ya plantado. Luego, se daría aviso al centro de control y a los bomberos que ya tendrían su equipamiento, con esta pulsera o brazalete, y tendrían en su mapa del celular, la zona geográfica a la que irían, el clima, y toda la información necesaria para guiarlos de la mejor manera posible.
 
El bombero o socorrista dispondrá de un smartphone vinculado por bluetooth a un dispositivo de interconexión a las redes LORA, integrando información satelital y sus propios sensores. En el caso de ser seleccionado el proyecto, sus integrantes serán invitados al Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral.
 
MOTIVACIÓN CENTENNIAL
 
“A los chicos los conocí dando el taller de robótica en 2018, para el 2019, les fabriqué unos robotitos parecidos a un ´Rover Lunar´ (el vehículo usado en la Luna). para que ellos los programen, usando Arduino y sensores ultrasónicos, de contacto y luz”, explica a Infobae Daniel Comesaña, coordinador del taller de robótica de Puerta18.
 
Luego participaron de Engineer for the week, un programa educativo de Facebook, y ganaron uno de los certámenes de 2019 (siendo el primer equipo ganador fuera de los Estados Unidos). “Este año aun no habíamos hecho mucho y con mi hermano Alejandro ya teníamos experiencia en desarrollo de sensores, y redes LORA, así que cuando por internet salió la convocatoria del concurso los volví a convocar, ya que siempre algún contacto mantuvimos”, expresa el mentor de los jóvenes.
 
Señala que se “engancharon” con la idea muy rápido. “Muy sorprendidos ellos cuando vieron el mapa de FIRMS (NASA) mostrando en tiempo real los focos de incendio a nivel mundial. Se definieron los pitchs (presentación del proyecto, larga y corta, traducción al inglés, gráficos, todo mediante Telegram, cada tanto un Meet, archivos compartidos por Drive). Nunca nadie los obligó ni a participar de Puerta 18 ni de este certamen”, dice.
 
Fuente:  infobae.com

En los últimos meses, la industria del Software es una excepción dentro de la economía argentina y marca una tendencia en crecimiento. Por ello, el Instituto de Nivel Superior U.E.G.P. N° 215 “Portal Educativo Chaco”, ofrece un evento virtual gratuito donde Agustín Pina, CEO y cofundador de Mumuki, presentará la actualidad de este sector y su gran demanda.

 Además, explicará cual es el campo laboral donde hoy se puede insertar el desarrollador de software y el perfil que buscan las empresas.
“Las posibilidades de trabajo inmediato son altas, a nivel provincial, nacional e internacional. El desarrollo del software sigue avanzando y cada vez necesitan más profesionales capacitados para cubrir la demanda que presenta”, explicaron desde la organización.

Por eso, invitan a participar del evento este miércoles 16 de septiembre, a las 18. Para poder acceder, debes inscribirte ingresando en el siguiente link: https://forms.gle/JgWTQFwoFndmvTTV8