Ciudad del Vaticano, 13 (AFP) – Con nota oficial, el Vaticano anunció que los obispos Francisco José Cox Huneeus, arzobispo emérito de La Serena, y Marco Antonio Órdenes Fernández, emérito de Iquique, fueron expulsados del sacerdocio, el mayor castigo que aplica la iglesia católica.
Los obispos fueron “dimitidos” del estado clerical “como consecuencia de actos manifiestos de abusos a menores”, precisó en un comunicado la Santa Sede, que cita un artículo específico del documento “Sacramentorum Santitatis Tutela”. La decisión fue adoptada por el papa el pasado jueves 11 de octubre y “no admite recurso”, sostiene la nota, que indica que los dos obispos fueron informados en sus respectivas residencias por sus superiores.
El tema fue abordado por el papa junto al presidente Sebastián Piñera durante la reunión en la biblioteca privada, según reconoció el mandatario chileno en declaraciones a la prensa. “Tuvimos una muy buena y franca reunión con el papa Francisco. Conversamos sobre la situación difícil que vive en este momento la Iglesia en Chile. Compartimos la esperanza de que la Iglesia pueda vivir un verdadero renacimiento y recuperar el cariño y la cercanía de pueblo de Dios”, afirmó Piñera, que se negó a responder a las preguntas de los periodistas.
“La dolorosa herida de los abusos”
Por su parte, el Vaticano reconoció que ambos líderes abordaron “la dolorosa herida de los abusos a menores”, subrayando “el compromiso de todos en la colaboración para combatir y prevenir la comisión de estos crímenes”. El obispo Cox, de 85 años, vive desde hace 16 años en una casa de la Congregación de Schöenstatt en Alemania cumpliendo la sentencia canónica de permanecer en “oración y penitencia” por los abusos cometidos. La Congregación Schoenstatt aseguró este sábado que hará lo posible para facilitar el regreso a Chile de Cox, quien presenta signos de “demencia senil”.
Por su parte Órdenes Fernández, de 53 años, obispo de Iquique de 2006 a 2012, debió renunciar entonces al cargo tras la denuncia de reiterados abusos sexuales contra un menor. Los dos sacerdotes fueron expulsados al parecer sin juicio canónico, y el mismo comunicado aclara que la decisión fue tomada debido a la gravedad de las denuncias.
El pasado 28 de septiembre el papa expulsó del sacerdocio al influyente religioso chileno Fernando Karadima, de 88 años, formador de varios obispos y de prominentes figuras de la alta sociedad chilena. Francisco está empeñado en la limpieza de esa Iglesia, azotada por las denuncias de abusos sexuales a menores y ha cesado hasta ahora a nueve obispos.
En mayo pasado los obispos chilenos, más de una treintena, presentaron su renuncia en bloque tras reunirse con Francisco. La fiscalía chilena investiga a más de un centenar de obispos, sacerdotes y laicos como autores o encubridores en casos de abuso sexual a menores y adultos que se extienden por casi seis décadas, y solicita información sobre estos al Vaticano, tema sobre el que Piñera no quiso pronunciarse.
Fuente: diarionorte.com