Jueves, 16 Octubre 2025
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Dos días después de la catástrofe minera que ha dejado decenas de muertos en Brumadinho, esta localidad del sudeste de Brasil despertó el domingo con una alarma por el peligro inminente de rotura de otro dique en la misma zona.

"Atención, evacuación general del área. Busque el lugar más alto de la ciudad. Evacuación de emergencia. Busque el lugar más alto de la ciudad", se escuchó en los parlantes de la ciudad de 39.000 habitantes del estado de Minas Gerais enlutado por la tragedia del viernes.

En un comunicado urgente, la gigante brasileña Vale, empresa a cargo de la estructura minera, informó que accionó la alarma a las 05H30 locales (07H30 GMT) "al detectar un aumento de los niveles de agua en los instrumentos que monitorizan el dique VI". Según informaciones de Vale a los bomberos, "no hay residuos mineros" en el dique que contiene entre 3 y 4 millones de metros cúbicos de agua.

La estructura forma parte de la mina Córrego do Feijao, cuyo dique I se rompió el viernes dejando hasta ahora 37 muertos y casi 300 desaparecidos.

"Inmediatamente después de que esa alarma fue activada el cuerpo de bomberos inició la evacuación de las comunidades que están cerca del dique", informó a los medios de comunicación Pedro Aihara, teniente del cuerpo de bomberos.

Aihara precisó que "debido al riesgo de la rotura del dique los trabajos de búsqueda [de sobrevivientes de la catástrofe del viernes] están temporalmente interrumpidos" porque el "foco ahora es la evacuación de la zona".

Las labores de búsqueda de sobrevivientes en la región fueron interrumpidas el sábado a las 20H00 (22H00 GMT) y debían ser retomadas a las 04H00 (06H00 GMT) del domingo.

El último balance de bomberos detalla hasta ahora 37 muertos, ocho de los cuales fueron identificados, 23 heridos hospitalizados y 192 personas rescatadas en la mina operada por Vale.

El balance no actualiza la última cifra de 296 desaparecidos.

La tragedia ocurrió cerca de las 13H00 locales (15H00 GMT) del viernes en el municipio de Brumadinho, a 60 km de Belo Horizonte (capital de Minas Gerais). La ruptura del dique provocó enormes ríos de lodo que arrasaron buena parte de las instalaciones del complejo minero Córrego do Feijão, así como otras áreas aledañas.

Durante el sábado, decenas de helicópteros surcaron el cielo en busca de rastros de vida en la extensa marea de barro marrón que sepultó casas, vehículos y carreteras y se tragó la espesa vegetación de la zona.

La desesperación se apoderó de quienes perdieron o desconocen el paradero de familiares y amigos.

Algunas personas deambulaban con fotos de allegados desaparecidos. Otros colaboraban con las autoridades para localizar las viviendas soterradas, desplazándose entre el amasijo de escombros mezclados con el barro.

Sobre el techo de lo quedó de su casa en la comunidad Parque das Cachoeiras, en el área rural de Brumadinho, Emerson dos Santos, de 30 años, rememoró lo ocurrido: "Todo estaba temblando y vi grandes árboles y personas desapareciendo bajo el lodo".

Ayuda de Israel

El balance de muertos supera ya al de noviembre de 2015, cuando la ruptura de la represa de Fundao, en el municipio de Mariana, a 125 km de Brumadinho, mató a 19 personas y provocó el peor desastre ecológico en Brasil.

Esa represa pertenecía a Samarco, una empresa controlada por Vale y la anglo-australiana BHP Billiton.

El presidente Jair Bolsonaro sobrevoló la zona en helicóptero el sábado y se comprometió en Twitter a "investigar los hechos, reclamar justicia y prevenir nuevas tragedias como las de Mariana y Brumadinho".

El mandatario ultraderechista, que está trabando una estrecha alianza con Israel, aceptó la ayuda tecnológica ofrecida por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, "para la búsqueda de desaparecidos".

En la madrugada, Bolsonaro confirmó vía Twitter que 140 personas y 16 toneladas de equipos para las búsquedas llegarían al mediodía a la región provenientes de ese país.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó sus condolencias "a las víctimas y al gobierno de Brasil" y ofreció ayuda "en las acciones de emergencia".

Vale en la mira

La represa no era usada desde hacía tres años y había sido verificada regularmente, dijo Fábio Schvartsman, presidente de Vale.

La compañía, cuyas acciones se derrumbaron el viernes un 8,08% en Nueva York, está recibiendo las consecuencias legales del siniestro.

Entre viernes y sábado, la Justicia de Minas Gerais decretó bloqueos de cuentas bancarias por 1.000 millones de reales (265 millones de dólares) para resarcir a las víctimas, y luego por otros 5.000 millones de reales (1.351 millones de dólares).

El gobierno federal anunció una primera multa contra la compañía por 250 millones de reales (66,5 millones de dólares), mientras que el gobierno de Minas Gerais le impuso otra sanción de 99 millones de reales (USD 26 millones).

La tragedia desató airadas críticas de organizaciones ambientalistas, como Greenpeace o SOS Mata Atlántica, líderes políticos y expertos en gestión de riesgos.

"Tres años después del grave crimen ambiental en Mariana, con investigaciones todavía no concluidas, la historia se repite como tragedia en Brumadinho. Es inadmisible que el poder público y las empresas mineras no hayan aprendido nada", lamentó Marina Silva, exministra de Medio Ambiente y excandidata presidencial.

Fuente: Noticias Argentinas

Al menos siete personas murieron y 150 se hallan desaparecidas tras la ruptura de un dique minero en Brumadinho, en el estado de Minas Gerais (sudeste), donde hace tres años se produjo el peor desastre ambiental de Brasil. Los bomberos retomaron la búsqueda de sobrevivientes en la mañana de este sábado.

"Según datos confirmados por el Cuerpo de Bomberos, ya se contabilizaron siete cuerpos de víctimas mortales", indicó el gobierno de Minas Gerais, agregando que había aún "cerca de 150 personas desaparecidas".

El balance final podría ser mucho más elevado, dado que en el momento de la ruptura había en el lugar unos 300 funcionarios. "No sabemos cuántos fueron accidentados, porque [el lugar] quedó sepultado", explicó el presidente de Vale, la propietaria de la mina, Fábio Schvartsman.

En un sobrevuelo en helicóptero en el que participó un fotógrafo de la AFP, se podía ver varias casas, tractores y un puente soterrado bajo el lodo, así como varias viviendas completamente destruidas.

Los bomberos intentaban retirar la tierra de los tractores para verificar si había personas en su interior. Por motivos de seguridad, varios accesos a la ciudad, de 39.000 habitantes, fueron cerrados.

Hasta ahora se ignora la causa del accidente. Según el presidente de Vale, la represa no era usada desde hacía tres años y había sido verificada regularmente.

El siniestro rememoró la ruptura en noviembre de 2015 de la represa de Mariana, a 125 km de distancia, que dejó 19 muertos y generó una corriente de residuos que contaminó tierras y ríos en dos estados brasileños a lo largo del río Doce. Esa represa pertenecía a Samarco, una empresa controlada por Vale y la anglo- australiana BHP Billiton.

"Es increíble: tres años y dos meses después de Mariana, otro accidente en la misma región y con las mismas características.

Podemos decir que no hubo ningún avance respecto a las medidas de gobierno ni a prácticas empresariales. Y, en lugar de eso, volvemos a discutir las licencias automáticas de obras", dijo a la AFP el director de campaña de Greenpeace Brasil, Nilo DAvila.

DAvila se refería a los planes de agilización de proyectos relacionados con el medio ambiente, impulsados por el presidente Jair Bolsonaro y su ministro de Economía, el ultraliberal Paulo Guedes.

GABINETE DE CRISIS

El presidente Jair Bolsonaro anunció la formación de un "gabinete de crisis" con ministros y autoridades de Minas Gerais.

Bolsonaro, que por la mañana regresó del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), indicó que viajará a primera hora del domingo a Minas para sobrevolar la región y evaluar "todas las medidas pertinentes y posibles destinadas a aminorar el sufrimiento de los familiares y de las posibles víctimas".

"No quiero culpar a otros por lo que está sucediendo, pero algo se ha hecho mal a lo largo del tiempo", dijo Bolsonaro a una radio de Brumadinho.

Las autoridades locales enviaron varios helicópteros para las tareas de rescate. En un video difundido por una televisión de Minas puede verse a una de las aeronaves acercándose a dos personas atrapadas por el lodo hasta la cintura.

La Bolsa de Sao Paulo está cerrada este viernes por un feriado, pero las acciones de Vale en Nueva York se derrumbaron en torno a un 10%.

Fuente: Noticias Argentinas

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió "diálogo" en Venezuela para evitar un "desastre" en el país caribeño, que atraviesa una fuerte crisis política y económica. Las declaraciones de Guterres se producen después de que el líder de la Asamblea Nacional Juan Guaidó se autoproclamara presidente interino del país gobernado por el chavista Nicolás Maduro.

"Lo que esperamos es que el diálogo sea posible y evitar una escalada que nos llevaría a un tipo de conflicto que podría ser un desastre para el pueblo de Venezuela y para la región", dijo el jefe de la ONU en el Foro Económico de Davos, Suiza.

"Los gobiernos soberanos tienen la posibilidad de decidir lo que quieran. Lo que nos preocupa en la situación de Venezuela es el sufrimiento del pueblo", afirmó.

El miércoles fue un día marcado por el recrudecimiento de la tensión y la violencia en Venezuela, con multitudinarias marchas tanto en contra como a favor del régimen chavista que terminaron con al menos 16 muertos, decenas de heridos por la represión y con detenidos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Guterres evitó pronunciarse sobre la autoproclamación de Guaidó y pidió una investigación "transparente e independiente" sobre la violencia en las protestas, que según datos de la CIDH terminaron con al menos 16 muertos.

Por útimo, llamó a "disminuir las tensiones" en Venezuela y pidió que haya "un diálogo político inclusivo y creíble, con pleno respeto al Estado de Derecho y los Derechos Humanos".


Fuente: datachaco.com

La cantidad de muertos por la explosión ocurrida el viernes pasado en un oleoducto en la localidad mexicana de Tlahuelilpán ascendió a 96, informó el gobierno del estado Hidalgo, mientras otras 48 personas permanecían hoy hospitalizadas.

 

El Ejército y la Policía de Hidalgo tuvieron que ampliar la zona acordonada para impedir que los familiares merodearan por el lugar en busca de las personas desaparecidas tras el siniestro.

 

Por su parte, el presidente Andrés López Obrador, denunció anoche que el lunes se registraron ataques en la mayoría de los oleoductos del país provocando fugas peligrosas, si bien nadie resultó herido.

 

El mandatario anunció un refuerzo de la custodia de las instalaciones petroleras y un Plan de Desarrollo y Bienestar dotado de una suma equivalente a unos 177 millones de dólares para las comunidades por donde pasan los oleoductos, consignaron medios locales y la agencia de noticias DPA.

 

Explicó que el objetivo apunta a que sus habitantes no saqueen las tuberías para conseguir combustible.

 

"Todo esto se fue originado por el abandono al pueblo y la corrupción generados por los anteriores gobiernos, que se dedicaron a robar y saquear y le dieron la espalda a los más desprotegidos", sostuvo el gobernante.

 

Desde la tragedia, ya se registraron otras dos nuevas fugas de combustible cerca de Tlahuelilpán.

 

Personal de la petrolea estatal Pemex, el Ejército y la Policía Federal atendieron la fuga y ambas ya están controladas.

 

Fuente: Télam