Jueves, 18 Abril 2024
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Israel impuso un bloqueo total y prepara una invasión terrestre para entrar en Gaza y destruir a Hamás, que siguió disparando cohetes contra Israel desde su breve asalto transfronterizo.

Las esperanzas de un breve alto el fuego en el sur de Gaza que permitiera a los poseedores de pasaportes extranjeros abandonar el asediado enclave palestino y la entrada de ayuda se vieron truncadas el lunes, al intensificarse los bombardeos israelíes antes de una esperada invasión terrestre.

Habitantes de Gaza, gobernada por Hamás, indicaron que los ataques de la noche habían sido los más intensos de los nueve días de conflicto. Muchas casas quedaron destruidas y el número de muertos aumentó notablemente.

Se llevaron a cabo esfuerzos diplomáticos para hacer llegar ayuda al enclave, que soportó incesantes bombardeos israelíes desde el ataque del 7 de octubre de militantes de Hamás contra Israel, en el que murieron 1.300 personas, el día más sangriento en los 75 años de historia del Estado.

Israel impuso un bloqueo total y prepara una invasión terrestre para entrar en Gaza y destruir a Hamás, que siguió disparando cohetes contra Israel desde su breve asalto transfronterizo. Las tropas y tanques israelíes ya están concentrados en la frontera.

Las autoridades de Gaza declararon que al menos 2.750 personas habían muerto hasta el momento por los ataques israelíes, una cuarta parte de ellas niños, y casi 10.000 habían resultado heridas. Otras 1.000 personas estaban desaparecidas y se cree que se encuentran bajo escombros.

A medida que se agrava la crisis humanitaria, con escasez de alimentos, combustible y agua, cientos de toneladas de ayuda procedentes de varios países fueron retenidas en Egipto a la espera de un acuerdo para su entrega segura en Gaza y la evacuación de algunos poseedores de pasaportes extranjeros a través del paso fronterizo de Rafah.

A primera hora del lunes, fuentes de seguridad egipcias habían declarado a Reuters que se había alcanzado un acuerdo para abrir el paso y permitir la entrada de ayuda en el enclave.

Pero la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó en un comunicado: "Actualmente no hay tregua ni ayuda humanitaria en Gaza a cambio de sacar a los extranjeros".

El representante de Hamás, Izzat El Reshiq, dijo a Reuters que "no había nada de cierto" en las informaciones sobre la apertura del paso con Egipto o sobre un alto el fuego temporal.

Egipto afirmó que el paso permaneció abierto desde el lado egipcio en los últimos días, pero quedó inutilizado debido a los bombardeos israelíes en el lado palestino.

La situación seguía sin estar clara en el paso fronterizo de Rafah, el único no controlado por Israel. Periodistas de Reuters dijeron que una pequeña multitud de personas se había reunido allí esperando para entrar en Egipto.

LEÉ: Se recrudecen los enfrentamientos fronterizos entre Israel y Líbano

Estados Unidos había dicho a sus ciudadanos en Gaza que se acercaran al paso para poder salir. El Gobierno estadounidense calcula que el número de palestinos-estadounidenses con doble nacionalidad en Gaza oscila entre 500 y 600.

Washington también está intentando conseguir la liberación de 155 rehenes, entre ellos estadounidenses, que según Israel fueron llevados por Hamás de vuelta a Gaza.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, subrayó la urgente necesidad de hacer llegar ayuda humanitaria a los civiles palestinos en las conversaciones mantenidas el sábado con Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, según informó la Casa Blanca.

Biden también instó a Israel a seguir las reglas de la guerra en su respuesta a los ataques de Hamás. "La abrumadora mayoría de los palestinos no tuvieron nada que ver con los atroces ataques de Hamás y están sufriendo a consecuencia de ellos", señaló.
Intensos bombardeos

A primera hora del lunes, la aviación israelí bombardeó los alrededores del hospital Al-Quds de la ciudad de Gaza y las ambulancias del centro no pudieron desplazarse debido a los ataques, según informaron los medios de comunicación palestinos.

Israel instó a los gazatíes a evacuar el sur, lo que ya hicieron cientos de miles en el enclave, donde viven unos 2,3 millones de personas. Hamás dijo a la población que ignore el mensaje de Israel.

Se espera que las reservas de combustible de todos los hospitales de la Franja de Gaza duren sólo unas 24 horas más, lo que pone en peligro a miles de pacientes, según declaró la Oficina de Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas (OCHA).

En Tel Al-Hawa, un barrio de la ciudad de Gaza, aviones israelíes bombardearon una carretera principal y dañaron las casas de los alrededores, lo que obligó a cientos de residentes a refugiarse en el hospital Al-Quds de la Media Luna Roja, según dijeron los residentes.

Aviones israelíes bombardearon tres sedes del Servicio Civil de Emergencias y Ambulancias en la ciudad de Gaza, matando a cinco personas y paralizando los servicios de rescate en esas zonas, según informaron autoridades sanitarias.

En un bombardeo contra una casa de la familia Abu Mustafa, en el campo de refugiados de Khan Younis, murieron cinco miembros de una familia.

Suhail Baker, de 45 años, dijo que se despertó con el sonido de la explosión de un ataque aéreo israelí que destruyó la casa de su vecino, matando a cinco personas. "Nos despertamos horrorizados y los vimos desmembrados, las excavadoras tardaron mucho en retirar los escombros para recuperar los cadáveres", dijo Baker.

En una calle cercana de Khan Younis, Abu Ahmed, un anciano sentado frente a su casa, dijo: "Israel ha tomado la decisión de matar hasta el último de nosotros".

Más de un millón de personas —casi la mitad de la población total de Gaza— fue desplazada dentro del enclave.

La agencia de Naciones Unidas UNWRA declaró que tiene dificultades para hacer frente a sus necesidades.

La población de Gaza tiene un acceso muy limitado al agua potable. Como último recurso, la gente consume agua salobre de pozos agrícolas, lo que hace temer la propagación de enfermedades transmitidas por el agua.

Por quinto día consecutivo, Gaza se quedó sin electricidad, lo que puso al borde del colapso servicios vitales como la sanidad, el agua y el saneamiento y agravó la inseguridad alimentaria.


Fuente: Noticias Argentinas

Los ataques dejaron más de 600 fallecidos en Israel, mientras que autoridades del enclave costero palestino gobernado por Hamas informaron que ya superaron los 400 muertos por los bombardeos.

El Ejército israelí combatía a milicianos de Hamas en ciudades del sur de Israel por segundo día luego del ataque sin precedentes del movimiento palestino, tras haber lanzado más bombardeos en Gaza y de intercambiar disparos con el grupo islamista libanés Hezbollah, lo que hacía temer una expansión de las hostilidades.

Medios israelíes, citando a voceros de los servicios de rescate, dijeron que los ataques dejaron al menos 600 muertos en Israel, mientras que autoridades de Gaza, el enclave costero palestino gobernado por Hamas, informaron ya de más de 400 muertos por bombardeos israelíes.

Entre las víctimas fatales figuran 57 militares, 34 policías y cinco agentes del Shin Bet, el servicio de inteligencia interior, informó el Ejército, según la agencia de noticias Europa Press.

Los diarios Haartez y Times of Israel y varios canales de TV de Israel dijeron que al menos o más de 600 israelíes, entre civiles y soldados, murieron en los ataques lanzados el sábado por el movimiento islamista palestino Hamas desde la Franja de Gaza.

Asimismo, el Ministerio de Salud indicó que los heridos eran 2.243, de los cuales 22 estaban en estado crítico y 343, graves.

Según la Oficina de Prensa del Gobierno de Israel, este domingo por la noche eran más de 100 las personas cautivas.


El contralmirante israelí Daniel Hagari dijo que los combates seguían en curso en el sur de Israel y que todavía había situaciones de rehenes.

"Todavía hay fuerzas enemigas dentro de Israel", dijo en una declaración a periodistas.

"Vamos a purificar la zona y atacar a los terroristas donde sea que estén", agregó, según el diario The Times of Israel.

El gabinete de seguridad israelí aprobó poner al país oficialmente en guerra y autorizar "actividades militares significativas", informó la oficina de Netanyahu, lo que se interpretó como la antesala de una posible incursión militar terrestre en Gaza.

La declaración debe ser aprobada por la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa del parlamento y luego el primer ministro deberá anunciarla ante el pleno del Legislativo.

El lunes, la comisión debería aprobar de manera retrospectiva el llamado a reservistas y declarar el estado de emergencia.

Este domingo por la noche, las Fuerzas Armadas de Israel reportaron el lanzamiento de más de un centenar de toneladas de bombas sobre distintos objetivos en la Franja de Gaza, principalmente en el barrio de Shuyaia, en Ciudad de Gaza, y Beit Hanun, en el noreste del enclave palestino, según la agencia de noticias Europa Press.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el país estaba en guerra y que Hamas pagará un alto precio a sus enemigos.

Hamas dijo que lanzó la operación cansado del bloqueo que Israel impone a Gaza desde 2007 y para vengar incursiones militares israelíes en Cisjordania, la ocupación y colonización de esos territorios que los palestinos reclaman para fundar su Estado y la profanación de sitios sagrados islámicos de la Ciudad Vieja de Jerusalén este.

Líderes de Hamas dijeron estar preparados para una mayor escalada.

En Cisjordania, los otros territorios palestinos, el presidente palestino, Mahmud Abbas, acusó a Israel de "agresión militar" contra Gaza y ordenó enviar ayuda humanitaria a la región.

Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y países de todo el mundo, incluyendo a Argentina, condenaron los ataques de Hamas, y el papa Francisco pidió el fin de las hostilidades.

"Que cesen los ataques y las armas, les pido por favor. El terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución, sólo a la muerte y el sufrimiento de tantos inocentes", aseguró el Papa desde el Vaticano.

La Organización para la Cooperación islámica, un bloque que reúne a 57 países musulmanes, acusó a Israel de la escalada, mientras que China pidió el cese de las hostilidades y la creación de un Estado palestino como solución de fondo para el conflicto.

Al menos 413 palestinos murieron en bombardeos israelíes lanzados en la Franja de Gaza luego del ataque del movimiento Hamas a Israel, informaron este domingo autoridades.

El Ministerio de Salud de Gaza dijo que otras 2.200 personas resultaron heridas en los ataques israelíes al enclave costero gobernado por Hamas, informó la cadena BBC.

Hamas atacó el sábado a Israel por aire, mar y tierra con cientos de milicianos que derribaron un muro defensivo y se infiltraron en Israel desde Gaza.

Entre los muertos en Gaza había 20 niños, dijo el Ministerio de Salud palestino.

El organismo de la ONU para los refugiados palestinos, Unrwa, dijo que más de 20.000 palestinos abandonaron la región fronteriza de Gaza para adentrarse más en el territorio y buscar protección en escuelas de la ONU.

Un comandante militar israelí dijo que cientos de milicianos habían muerto y decenas habían sido capturados.

En el vecino Egipto, un policía mató a tiros de dos turistas israelíes a un egipcio en un sitio arqueológico de la norteña ciudad costera de Alejandría, informó el Ministerio del Interior.

Egipto hizo la paz con Israel hace décadas y ha servido durante mucho tiempo como mediador en el conflicto palestino-israelí. Sin embargo, el sentimiento antiisraelí es profundo en el país, especialmente durante los episodios de violencia.

Al norte de Egipto, Hezbollah atacó con artillería y cohetes posiciones israelíes en una zona del sur de Líbano ocupada por Israel, que respondió con bombardeos.

Hezbollah aseguró que el ataque fue una muestra de "solidaridad" con la operación por tierra, mar y aire lanzada por Hamas contra Israel.

"La Resistencia islámica (..) atacó tres posiciones del enemigo sionista en la zona ocupada de las Granjas de Shebaa (...) con una gran cantidad de proyectiles de artillería y de misiles teledirigidos", informó el grupo chiita libanés en un comunicado.

El Ejército israelí reportó que golpeó con un dron una "infraestructura terrorista de Hezbollah" en la zona fronteriza. Más temprano indicó que lanzó su artillería en el sur del Líbano en respuesta a tiros en la zona.

"Le recomendamos a Hezbollah no intervenir. Si lo hace, estamos listos", advirtió el portavoz del Ejército de Israel, Richard Hecht, informó la agencia de noticias AFP.

Hezbollah, uno de los enemigos más enconados de Israel, tiene vínculos estrechos con Hamas y con Irán.

El contralmirante israelí Daniel Hagari dijo a periodistas que la situación en la frontera norte estaba en calma después del intercambio de disparos.

Sin embargo, dijo que combates seguían en curso en el sur de Israel y que todavía había situaciones de rehenes.

Agregó que tropas se habían trasladado a todas las comunidades cercanas a la frontera de Gaza, donde planeaban evacuar a todos los civiles y registrar el área en busca de milicianos.

Hagari dijo que el Ejército había matado a 400 militantes desde el inicio de las hostilidades y capturado a decenas más.

Israel atacó 426 objetivos en Gaza, derribando edificios residenciales en explosiones gigantes, incluyendo una torre de 14 pisos que albergaba docenas de departamentos, así como oficinas de Hamas, en el centro de la ciudad de Gaza, agregó.

"Recorreremos todas las comunidades hasta matar a todos los terroristas que se encuentran en territorio israelí", dijo.

En Gaza, “todos los terroristas ubicados en una casa, todos los comandantes en las casas, serán alcanzados por el fuego israelí. Eso seguirá aumentando en las próximas horas", prometió.

Israelíes con familiares desaparecidos hacían fila frente a una estación de policía en el centro de Israel para proporcionar a los investigadores muestras de ADN y otros medios que pudieran ayudar a identificar a sus familiares.

"Israel se despierta con una mañana terrible”, dijo el teniente coronel Richard Hecht, portavoz militar israelí.

“Hay mucha gente asesinada... niños, abuelas, familias, cadáveres".

Amnistía Internacional pidió a israelíes y palestinos proteger la vida de civiles

Amnistía Internacional (AI) alertó que civiles de "ambos lados pagan el precio de una escalada sin precedentes de las hostilidades entre Israel y Gaza a medida que aumenta el número de muertes".

La organización exhortó a las partes a que "hagan todo esfuerzo posible por evitar más derramamiento de sangre entre la población civil" y por cumplir con los principios del derecho internacional humanitario.

En un comunicado, AI instó a las fuerzas de seguridad israelíes y a los grupos armados palestinos a "hacer todo lo posible por proteger la vida de los civiles".

"Estamos profundamente alarmados por el creciente número de muertes de civiles en Gaza, Israel y Cisjordania ocupada", dijo AI en la nota.

"Pedimos urgentemente a todas las partes en conflicto que respeten el derecho internacional y hagan todo esfuerzo posible por evitar más derramamiento de sangre entre la población civil", instó Agnès Callamard, secretaria general de AI.

Asimismo, la organización humanitaria instó a la comunidad internacional a intervenir de manera urgente para proteger a la población civil y evitar más sufrimiento.

Callamard señaló que los ataques deliberados a civiles son considerados crímenes de guerra y recordó que "Israel tiene un horrible historial de cometer" este tipo de crímenes y ataques desproporcionados sobre la población civil palestina.

Sin embargo, pidió a los grupos armados palestinos de Gaza a "abstenerse de atacar a civiles y utilizar armas de efectos indiscriminados".

El secuestro de civiles y la toma de rehenes están prohibidos por el derecho internacional y pueden constituir crímenes de guerra, agregó.

AI resaltó que, conforme al derecho internacional, todos los civiles retenidos como rehenes deben ser liberados inmediatamente e ilesos, al tiempo que deben ser tratados con humanidad y recibir tratamiento médico.


Fuente: Télam

El asalto sorpresa que desató la escalada bélica fue el peor sobre el territorio hebreo en varias décadas.

Hombres armados del grupo palestino Hamas arrasaron el sábado ciudades israelíes matando y capturando a decenas de civiles y soldados en un asalto sorpresa, respondido por Israel con masivos ataques aéreos de represalia que dejaron unos 230 fallecidos en la Franja de Gaza.

El peor ataque contra Israel en décadas desató una guerra que ambas partes se comprometieron a intensificar.

Al menos 200 israelíes murieron y 1.100 resultaron heridos en los enfrentamientos que tuvieron lugar en más de 20 puntos del territorio israelí. En Gaza, las autoridades sanitarias informaron de más de 230 fallecidos y 1.600 heridos.

"Nuestro enemigo pagará un precio que nunca ha conocido", dijo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. "Estamos en guerra y la ganaremos".

El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, afirmó que el asalto iniciado en Gaza se extendería a Cisjordania y Jerusalén.

"Esta fue la mañana de la derrota y la humillación para nuestro enemigo, sus soldados y sus colonos", dijo. "Lo ocurrido revela la grandeza de nuestra preparación y la debilidad del enemigo".

En el sur de Israel, cerca de Gaza, los cadáveres de civiles israelíes yacían esparcidos por una carretera de Sderot, rodeados de cristales rotos.

Una mujer y un hombre estaban tendidos muertos sobre los asientos delanteros de un coche. Un vehículo militar pasó junto a los cadáveres de otra mujer y un hombre en un charco de sangre detrás de otro automóvil.

"Salí, vi montones de cadáveres de terroristas, civiles, coches con disparos. Un mar de cadáveres en Sderot, a lo largo de la carretera, en otros lugares, montones de cadáveres", expresó Shlomi desde Sderot.

Esther Borochov, que huyó de una fiesta dance rave atacada por hombres armados, dijo a Reuters que sobrevivió haciéndose la muerta en un coche después de que dispararan a quemarropa al conductor que intentaba ayudarla a escapar.

"No podía mover las piernas", dijo a Reuters en el hospital. "Vinieron los soldados y nos llevaron a unos arbustos cercanos".

Las fuerzas de seguridad israelíes dijeron que había 21 escenarios activos de tiroteos con atacantes infiltrados, y que su armada había matado a docenas de palestinos que intentaban entrar al país por mar.

En Gaza, una torre de gran altura alcanzada por un ataque israelí desprendía humo negro y llamas naranjas. Multitudes de personas llevaban por las calles los cadáveres de los militantes recién asesinados, envueltos en banderas verdes de Hamás.

Autoridades sanitarias de Gaza declararon que 232 palestinos habían muerto en ataques aéreos y más de 1.600 habían resultado heridos, trasladados a hospitales en ruinas y abarrotados, en medio de una grave escasez de suministros y equipos médicos.

Las calles estaban desiertas, salvo por las ambulancias que corrían hacia los lugares de los ataques aéreos. Israel cortó el suministro eléctrico, sumiendo a la ciudad en la oscuridad.

Hamás aboga por la destrucción de Israel. Ambas partes libraron una guerra de 10 días en 2021.

El jefe adjunto de Hamás, Saleh al-Arouri, declaró a Al Yazira que el grupo tenía en su poder un gran número de cautivos israelíes, entre ellos funcionarios de alto rango. Afirmó que el grupo tenía suficientes cautivos para obligar al Estado judío a liberar a todos los palestinos de sus cárceles.

El Ejército del Estado judío confirmó que había israelíes cautivos en Gaza y que habían muerto soldados y oficiales. Un portavoz militar dijo que Israel podía movilizar hasta cientos de miles de reservistas y que también estaba preparado para la guerra en su frente norte contra el grupo libanés Hezbolá.

El ataque supuso una infiltración sin precedentes en Israel de un número desconocido de hombres armados de Hamás procedentes de la Franja de Gaza, y el golpe más duro para el Estado judío en el conflicto con los palestinos desde los atentados suicidas de la Segunda Intifada hace unas dos décadas.

Los hechos se produjeron un día después de que Israel conmemorara el aniversario 50 de la guerra de 1973 que llevó al país al borde de una derrota catastrófica en un ataque por sorpresa de Siria y Egipto.

Hamás, que se hizo con el control de Gaza en 2007, ha librado desde entonces cuatro guerras contra Israel. Pero las escenas de violencia dentro del Estado judío no se parecían a nada visto desde los atentados suicidas del levantamiento palestino de la Intifada hace dos décadas.

FALLO SIN PRECEDENTES

El hecho de que los ataques sorprendieran a las fuerzas de seguridad israelíes convierte al episodio en uno de los peores fallos de los servicios de inteligencia en la historia del país, una conmoción en una nación orgullosa de su intensa infiltración y vigilancia de los grupos militantes.

El grupo militante Yihad Islámica declaró que se había unido a los ataques y que mantenía cautivos a varios soldados israelíes, y las cuentas de Hamás en las redes sociales mostraron imágenes de lo que se decía que eran cautivos israelíes llevados vivos a Gaza.

Imágenes publicadas por Hamás en su cuenta de Telegram mostraban a sus combatientes sacando a soldados israelíes de un tanque.

En Gaza, una estrecha franja en la que 2,3 millones de palestinos viven bajo el bloqueo israelí desde hace 16 años, la gente se apresuró a comprar provisiones en previsión de los días de conflicto que se avecinaban. Algunos evacuaron sus hogares y se dirigieron a refugios.

El presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos está dispuesto a ofrecer "todos los medios apropiados de apoyo" a Israel y advirtió a "cualquier otra parte hostil" al Estado judío que no busque sacar ventaja de la situación.

"Dejé claro al primer ministro Netanyahu que estamos dispuestos a ofrecer todos los medios apropiados de apoyo al Gobierno y al pueblo de Israel", dijo Biden en un comunicado.

En todo Medio Oriente se produjeron manifestaciones de apoyo a Hamás, en las que se prendió fuego a banderas israelíes y estadounidenses. Manifestantes ondearon banderas palestinas en Irak, Líbano, Siria y Yemen.

El comandante militar de Hamás, Mohammad Deif, anunció el inicio de la operación en un comunicado en el que llamó a los palestinos de todo el mundo a luchar.

"Este es el día de la mayor batalla para acabar con la última ocupación de la Tierra", dijo, añadiendo que se habían lanzado 5.000 cohetes.

"Nos han dicho que hay terroristas dentro del kibutz, oímos disparos", dijo una joven llamada Dvir, del kibutz Beeri, a la Radio del Ejército israelí desde su refugio antiaéreo.

La escalada se produce en un contexto de creciente violencia entre Israel y los militantes palestinos en Cisjordania, que junto con la Franja de Gaza forma parte de los territorios en los que los palestinos llevan mucho tiempo intentando establecer un Estado.

También se produce en un momento de agitación política en Israel, desgarrado por profundas divisiones en torno a la reforma del poder judicial, y mientras Washington trabaja para alcanzar un acuerdo que normalice los lazos entre el Estado judío y Arabia Saudita.

El grupo libanés Hezbolá, respaldado por Irán, declaró que la operación era una "respuesta a la continua ocupación israelí y un mensaje a quienes pretenden normalizar las relaciones con Israel".

(Por Nidal al-Mughrabi y Maayan Lubell. Reporte adicional de Henriette Chacar y Dan Williams en Jerusalén, Ali Sawafta en Ramala; redacción de James Mackenzie y Tom Perry)

Fuente: Noticias Argentinas

El movimiento telúrico tuvo una magnitud de 7,2 grados y provocó daños en edificios.

Un fuerte terremoto en Marruecos ha causado más de 800 muertos y centenares de heridos, destruyó edificios y obligó a los habitantes de las principales ciudades a abandonar precipitadamente sus hogares, en el que ha sido el sismo más mortífero desde al menos 2004.

El movimiento, de magnitud 7,2, sacudió el Alto Atlas marroquí a última hora de la noche del viernes.

El Ministerio del Interior informó de que 820 personas habían muerto y otras 672 habían resultado heridas, en un balance actualizado de víctimas. Un funcionario local dijo que la mayoría de las muertes había ocurrido en zonas montañosas de difícil acceso.

En Marrakech, la ciudad más cercana al epicentro, donde los residentes pasaron la noche a la intemperie, temerosos de volver a casa, el minarete de una mezquita cayó en la plaza Jemaa al-Fna, el corazón del casco antiguo, que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.

"Todo es por la voluntad de Dios, pero hemos sufrido grandes daños", dijo Miloud Skrout, un residente.

Unas 150 personas, en especial familiares de los heridos, esperaban a las puertas de un hospital local. La mayoría procedían de zonas montañosas de las afueras de la ciudad, ya que los locales carecen de capacidad para tratar heridos graves.

"Todavía no puedo dormir en casa por la conmoción y también porque el casco antiguo está formado por casas viejas. Si se cae una, se derrumban las demás", dijo dijo Jaouhari Mohamed, un residente, que describió escenas desesperadas mientras la gente huía en busca de refugio.

La televisión local mostró imágenes de escombros sobre coches destrozados.

El Ministerio del Interior instó a la calma y dijo en un comunicado televisado que el sismo había sacudido las provincias de Al Haouz, Ouarzazate, Marrakech, Azilal, Chichaoua y Taroudant.

Montasir Itri, residente de la aldea montañosa de Asni, cerca del epicentro, dijo que la mayoría de las casas habían sufrido daños. "Nuestros vecinos están bajo los escombros y la gente está trabajando duro para rescatarlos utilizando los medios disponibles en el pueblo", dijo. Más al oeste, cerca de Taroudant, el profesor Hamid Afkar dijo que había huido de su casa y que sintió las réplicas. "La tierra tembló durante unos 20 segundos. Las puertas se abrieron y cerraron solas cuando bajé corriendo desde el segundo piso", dijo.

Según el Centro Geofísico de Marruecos, el sismo ocurrió poco después de las 23.00 horas (22.00 GMT) en la zona de Ighil, en el Alto Atlas.

Fue el más mortífero de Marruecos desde 1960, cuando se calcula que un temblor mató al menos a 12.000 personas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

La televisión española RTVE informó de que se sintieron temblores en Huelva y Jaén, en la región española de Andalucía.

Naciones Unidas está dispuesta a ayudar al Gobierno marroquí en "sus esfuerzos para asistir a la población afectada", dijo el portavoz de la ONU Stephane Dujarric en un comunicado.

Gobiernos de todo el mundo expresaron su solidaridad y ofrecieron ayuda.

Marrakech acogerá a principios de octubre las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Daños en Marrakech

En Marrakech, algunas casas del apretado casco antiguo se habían derrumbado y la gente trabajaba sin descanso para retirar los escombros a mano mientras esperaban la llegada de equipos pesados, dijo el residente Id Waaziz Hassan.

Imágenes de la muralla medieval de la ciudad mostraban grandes grietas en una sección y partes caídas, con escombros esparcidos por la calle.

Otro residente de Marrakech, Brahim Himmi, dijo que vio ambulancias saliendo del casco antiguo y muchas fachadas de edificios dañadas. Dijo que la gente estaba asustada y se quedaba fuera por si se producía otro terremoto.

"La lámpara de araña se cayó del techo y salí corriendo. Sigo en la calle con mis hijos y tenemos miedo", dijo Houda Hafsi, de 43 años, en Marrakech.

Otra mujer, Dalila Fahem, dijo que había grietas en su casa y daños en los muebles. "Afortunadamente, aún no me había ido a dormir", dijo.

Los habitantes de la capital, Rabat, a unos 350 kilómetros al norte de Ighil, y de la ciudad costera de Imsouane, a unos 180 kilómetros al oeste, también huyeron de sus casas por temor a un sismo más fuerte, según testigos de Reuters.

En Casablanca, a unos 250 kilómetros al norte de Ighil, la gente que pasó la noche en la calle estaba demasiado asustada para volver a sus casas.

Los vídeos compartidos en las redes sociales de los momentos inmediatamente posteriores al sismo, que Reuters no ha podido verificar de momento, mostraban a personas que salían corriendo temerosas de un centro comercial, restaurantes y edificios de apartamentos y se congregaban en el exterior.


Fuente: NA