El cuerpo estaba dentro de una bolsa de basura, entre dos paredes.
Después de cuatro días de búsqueda exhaustiva en San Miguel, la policía encontró muerta a Sheila Alejandra Ayala en un predio cercano a donde vive su familia. El comisario mayor Jorge Figini, confirmó que la nena de 10 años "sufrió una muerte violenta" y que sus restos estaban dentro de una bolsa de basura, entre dos paredes.
"En un final triste, encontramos un cuerpo pequeño. Está trabajando el personal de Policía Científica en el lugar. De ahora en más seguiremos buscando hasta que aparezcan los culpables", indicó el oficial ante la prensa.
En medio del megaoperativo que se montó para encontrarla, las autoridades desplegaron a 150 policías en el barrio Trujui de la localidad bonaerense de San Miguel. El Cuerpo Especial de la Policía Siniestral llegó con picos y palas hasta el lugar donde la vieron por última vez para hacer excavaciones.
A este grupo de expertos se sumaron la División de Cinotécnica, que trabajó con perros rastreadores; la Unidad de Criminalística y efectivos de la Policía Federal, Prefectura y los Bomberos.
A pesar de que la fuerza trasladó en un patrullero a dos de los tíos de la víctima, el comisario Figini sostuvo que, hasta el momento, no hay detenidos y que sigue en curso la investigación para determinar los culpables.
El oficial confirmó que el hallazgo lo hizo la Policía Bonaerense: el cuerpo estaba en una bolsa de plástico, tapado con un colchón, en medio de una pared y una medianera.
El juez de Garantías de San Martín, Mariano Grammático Mazzari, y el fiscal de instrucción local, Gustavo Carracedo, ordenaron las pericias forenses sobre el cuerpo para determinar de manera científica que, efectivamente, sea el de Sheila.
INCIDENTES ENTRE VECINOS Y LA POLICÍA
La trágica aparición sin vida del cuerpo de Sheila Alejandra Ayala llenó de bronca a los vecinos de San Miguel. Un grupo de al menos 25 personas reaccionó a los piedrazos contra el frente de la casa en la que encontraron muerta a la nena de 10 años.
La situación se salió de control por completo y pasó del dolor a la furia. Cuando se confirmó que el cuerpo encontrado era de Sheila, los vecinos se reunieron en el frente del domicilio: primero empezaron a insultar a los efectivos que estaban participando del operativo y luego apedrearon la casa.
A partir de la catarata de piedras que empezó a caer sobre la casa, un grupo de Infantería de la Policía Bonaerense se acercó hasta el lugar para intentar calmar a los vecinos, que también reaccionaron con proyectiles contra ellos. Frente a esto, los oficiales respondieron con balas de goma.
Fuente: datachaco.com